Podemos decir que las principales cualidades de un líder son: liderarse a sí mismo, comunicarse permanentemente, motivar a sus colaboradores, desarrollar equipos de alto desempeño y dignificar a las personas.
Para liderar a un equipo es necesario liderarse a sí mismo, eso significa descubrir la pasión y ponerla al servicio de una causa que inspire a los otros.
Comunicarse permanentemente, una de las principales competencias del liderazgo es la capacidad de comunicar, con la comunicación logramos inspirar, conectarnos con otras personas y lograr resultados.
Motivar a los colaboradores, la motivación es una de las competencias vitales para lograr que el líder influya y logre resultados, la clave para motivar es inspirar con sueños y una visión que conecte con los intereses del equipo.
Desarrollar equipos de alto desempeño, el liderazgo se ve cuando la persona es capaz de lograr resultados con un equipo de colaboradores con personalidades diferentes y descubrir el mejor talento de cada uno de ellos.
Dignificar a las personas, el líder dignifica, enaltece, desarrolla y le da valor a cada miembro del equipo. Cuando se da valor y se tienen expectativas de éxito, el equipo crece y el liderazgo se desarrolla.
Es por esto que a las personas a las que seguimos como “líderes” dentro y fuera del entorno laboral no quieren ni deben ser tratadas como un recurso, sino como talentos. Siempre que tratemos a alguien como un ser valioso, talentoso, poderoso e importante, le estaremos tratando desde el liderazgo.
Algunas de las virtudes que hacen que sigamos a ciertas y determinadas personas son:
Personas entusiastas, apasionadas y alegres.
Quienes escuchan, empatizan y comprenden a los demás.
Quienes les gusta enseñar y creer en las capacidades de los demás.
Quienes les gusta animar a los demás con un ¡sí se puede!
Al visionario, a quien tiene sueños, a quien sabe a dónde va.
Al decidido, al que sabe lo que quiere.
Al honesto, al confiable, a ese en quien se puede creer.
Al que te reconoce, te valora y te recompensa.
A quien es congruente entre lo que dice y hace.
A quien es convincente, asertivo, claro en sus pensamientos.
Al conciliador, al que logra puntos de encuentro y dialogo.
Al justo, al equitativo y al correcto.
Influir en otros es un claro ejemplo de liderazgo.
Todos conocemos personas que, aún sin disponer de autoridad
ni de poder sobre los demás, logran que éstas le sigan,
es decir, logran ejercer influencia en ellas.
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